Suena el despertador y hay que ponerse en marcha ¿Cómo lo haces normalmente? ¿Sales rápidamente de la cama, te duchas comes algo, te vistes y sales?
Son muchos los errores que cometemos al levantarnos por la mañana, detalles que, aunque no lo creas, afectan mucho a tu salud.
Te invitamos a conocerlos a continuación. Seguro que la información te interesa.
1. ¡No te levantes rápido de la cama! Siempre con calma
Solemos tener dos malas costumbres. La primera es programar un sonido estridente en nuestro despertador para que nos despierte, y la segunda, levantarnos de inmediato de la cama. Debes tener en cuenta que hemos pasado entre 6 y 8 horas en una posición horizontal y que, por tanto, nuestro eje postural debe asumir poco a poco una nueva posición.
De hacerlo rápido, podemos marearnos, así que, a partir de hoy, toma en cuenta estos sencillos consejos:
- Nos despertaremos con calma, como si fuera un ritual de relajación.
- Pon el despertador 10 minutos antes de lo habitual y elige una música relajante. Nunca pongas el clásico “bip-bip-bip”.
- Lo primero que debes hacer es incorporarte y sentarte en la cama, para después, respirar hondo durante dos minutos.
- Haz unos pequeños estiramientos con los brazos. Une tus manos y estira los brazos sobre tu cabeza y, luego, repite lo mismo a izquierda y derecha.
- Ahora gira el cuello poco a poco haciendo movimientos circulares. Con calma.
- Vuelve a coger aire, y levántate. ¡Ya estás lista!
2. Salir de casa sin desayunar: ¡Gran error!
Tienes que arreglar a los niños, llevarlos al colegio y llegar a tiempo al trabajo. Preparar almuerzos, bañarte, vestirte, sacar a tu mascota… ¡Son muchas cosas! Y en ocasiones, incluso nos preocupamos por que los demás salgan de casa bien alimentados y nos descuidamos a nosotras mismas. ¡Es un error!
- Despiértate antes para tener tiempo. Es importante levantarnos por la mañana con calma y tener tiempo suficiente para desayunar de forma relajada.
- Hay mucha gente que lo primero que hace es tomarse una buena taza de café, y nada más. Otro error. Lo ideal es empezar con un vaso de agua tibia con limón, para después, aguardar entre 15 y 20 minutos para seguir tu desayuno. Puedes aprovechar, por ejemplo, para darte una ducha. Tras esto, ya puedes tomarte ese rico café, acompañado, eso sí, con algo de fibra, algo de proteína y alguna fruta. De ese modo, salimos de casa con los nutrientes necesarios y con mucha energía.
3. Nada más abrir los ojos, mirar el móvil
Nos falta tiempo para ver cómo van nuestras redes sociales, para saber qué noticias han ocurrido durante la noche, o consultar si hemos recibido un nuevo mensaje. Con calma ¡Tienes todo el día para ello! Lo mejor es despertarnos relajadamente, lejos de todas esas tecnologías.
Levántate, dúchate y desayuna frente a una ventana procurando que te de el aire. Es mejor que en esos primeros momentos del día estemos alejadas de las ondas electromagnéticas que emiten estos dispositivos.
4. Ducharte con agua caliente
Nos encanta el agua caliente, pero no siempre es lo más adecuado, en especial por las mañanas. En este primer momento del día necesitamos activarnos y, para ello, siempre será mejor que el agua no esté a temperaturas muy altas. Lo ideal será, por ejemplo, empezar con un agua tibia y terminar con un chorro frío, en especial en las piernas.
Dirigir el agua fría a las pantorrillas evitará que las sintamos hinchadas o pesadas, reactivará también los pies, procurando que estén listos para una jornada de trabajo. ¿Lo intentamos mañana mismo? ¡Verás qué bien te hace sentir!
5. Salir de casa con mal humor
Nos espera una larga jornada de trabajo, salimos rápido de casa y tenemos un sinfín de cosas qué hacer.”¡Qué cansancio, no sé cómo voy a llegar al final del día!”. Esta es una frase muy común que, o bien nos decimos a nosotras mismas, u oímos a los demás.
Los pensamientos negativos ponen puertas a nuestro bienestar, nos quitan calidad de vida casi sin que nos demos cuenta. Hacemos las cosas a disgusto y dejamos de valorar las cosas importantes. Haz la prueba mañana mismo. Sal de casa con otra actitud, intenta “instalar” en tu cerebro las siguientes ideas:
- Hoy me van a salir las cosas bien, seguro que es un buen día.
- Voy a intentar disfrutar de todo lo que haga y lo que me ocurra. Voy salir relajada, voy a dar un paseo hasta el trabajo mirando todo lo que hay a mi alrededor: la gente, los escaparates, los parques.
- Voy a ver el lado bueno de mis compañeros de trabajo y de mis jefes.
- Me voy a superar en el trabajo. Lo más importante es que me sienta orgullosa de mí misma.
- Cuando acabe mi jornada, me voy a dar un pequeño capricho. Algo sencillo: tomaré un café en esa cafetería tan bonita o me daré un paseo por ese parque. O puede que llame a esa persona que hace tiempo no veo.
Como ves, son muchos los errores que solemos cometer al levantarnos por la mañana. Aspectos elementales que, de algún modo, nos quitan un poco de salud cada día. Así que, recuerda: Nuestra calidad de vida se construye a base de cosas muy sencillas y de un buen optimismo. ¿Lo ponemos en práctica?
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