La inflamación de un ganglio linfático es muy común y, si te ocurre, lo primero que deberás hacer es calmarte.
El 80% de las veces se debe a una simple infección sin mayor importancia ya que, en ocasiones, el simple hecho de estar débiles puede hacer que el líquido tisular (linfa) se acumule y origine dicha reacción.
Mantener la calma y acudir al médico van a ser las pautas esenciales con las que actuar ante la inflamación de un ganglio linfático. Nosotros, por nuestra parte, queremos explicarte cuáles son las causas y los síntomas que originan la inflamación de un ganglio linfático, incidiendo una vez más, en que suele ser algo muy común.
1. ¿Qué función tienen los ganglios linfáticos?
Piensa en el sistema linfático como en una compleja red que recorre nuestro cuerpo al igual que los vasos sanguíneos. Está formado por linfocitos y tiene como finalidad, defender y cuidar de nuestro sistema inmunitario: Depura toxinas, elimina agentes patógenos, gérmenes o cualquier sustancia extraña que nos pueda enfermar.
Los ganglios linfáticos tienen forma de judía y se reparten por el cuello, clavícula, axilas, órganos internos e ingles. Suelen tener un tamaño de centímetro y medio y, normalmente, ni siquiera los notamos, a no ser que se inflamen.
2. ¿Por qué se inflaman los ganglios linfáticos?
Es posible que, por ejemplo, después de haber pasado una molesta gripe, te des cuenta de que en tu cuello tienes un ganglio linfático inflamado. Es lo más común. Puede también que, cuando estés dándote una ducha, notes un pequeño bultito debajo de la axila. Lo primero que haremos es tranquilizarnos y pensar que es algo frecuente pero, a pesar de ello y para quedarnos más tranquilas, lo consultaremos con el médico.
Veamos ahora las causas por las que suelen inflamarse los ganglios:
- Por un resfriado o una gripe, momentos en que nuestro sistema inmunitario está algo más débil, con las defensas bajas.
- Te parecerá curioso, pero una infección por un diente puede ocasionar también la inflamación de cualquier ganglio del cuello. Es, pues, importante mantener una buena higiene bucal.
- Cuidado también con las infecciones de oído. Por lo general, si son muy graves, pueden derivar en una inflamación de los ganglios linfáticos.
- Las úlceras bucales también son un foco de infección que debemos tener en cuenta.
- Enfermedades como la tuberculosis o la amigdalitis son también factores que determinan la aparición de un ganglio inflamado.
- Trastornos inmunitarios como la artritis reumatoide pueden causar también este problema.
- Cuidado también con los efectos secundarios de algunos medicamentos, puesto que también pueden ocasionar la inflamación de los ganglios linfáticos.
- La leucemia sería también un origen que debemos tener en cuenta.
- Un ganglio linfático inflamado puede deberse también a la enfermedad de Hodgkin o a un linfoma no Hodgkin. Son un tipo de cáncer muy común, y cabe destacar que su índice de recuperación es bastante elevado.
3. Síntomas de la inflamación de un ganglio linfático
Por lo general, suele ser bastante evidente, pero es importante que conozcas todos los síntomas por tu tranquilidad y para que, en caso de padecerlos, los pongas en conocimiento de tu médico.
- Notarte un bulto en el cuello, la clavícula, la axila o en la ingle. Señalarte que, si percibes sobre todo la presencia de un bulto en la clavícula, puede ser algo serio que deberás comunicar de inmediato a tu médico. Suele ser síntoma de la enfermedad de Hodgkin, la cual tiene un tratamiento adecuado y buenos resultados.
- Normalmente un ganglio linfático suele acompañarse por algunas décimas de fiebre. También es posible que sufras sudoraciones nocturnas.
- En ocasiones un ganglio linfático suele cursar con algo de dolor.Señalarte, además, que no debes hacer caso de los clásicos rumores de “si no duele es algo malo” y “si duele es una simple inflamación”. No hay datos concluyentes y seguros sobre ello, así que lo mejor será obtener un diagnóstico para quedarnos más tranquilas.
4. ¿Se puede prevenir la inflamación de un ganglio linfático?
Como siempre te señalamos en nuestro espacio, no existe una fórmula infalible que nos pueda proteger de determinadas enfermedades. Lo importante en el caso del sistema linfático será siempre mantener en buen estado nuestro sistema inmunitario, así que te invitamos a conocer las pautas más importantes:
- Eleva tu consumo de vitamina C: Ideales esos jugos naturales por la mañana de naranja, de limón, de toronja (pomelo). Perfectas las ensaladas variadas de frutas como las fresas, los kiwis, las papayas…¡Riquísimo!
- Sí a la vitamina E: En especial toda la que está presente en las verduras de hoja verde como las espinacas, también en todos los alimentos integrales como la avena, el trigo, la cebada, la levadura de cerveza… También son importantes todos los frutos secos.
- Mejora tus niveles de hierro, selenio y zinc: La carne magra, las legumbres, la calabaza, el salmón, el aceite de oliva… Todos ellos son alimentos clave que no pueden faltar en tus platos.
- Cuida tus niveles de estrés: La presencia de hormonas como el cortisol o la adrenalina, llena de toxinas nuestro cuerpo y altera el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, afectando también a nuestra salud en general. Es un aspecto serio que debemos tener en cuenta para prevenir muchas de estas enfermedades, así que no dudes en gestionar adecuadamente tus emociones. ¡Tu salud lo merece!
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