¿Te has fijado alguna vez en el modo en que desgastas tus zapatillas? Esto puede ser una pista directa de la salud de tu pie y tu talón.
Los expertos nos dicen que desgastar habitualmente la zona externa de los talones de nuestros zapatos es lo más correcto.
Ahora bien, si percibes que has empezado a gastar más la zona interna de esta parte de tus zapatillas, puede indicarte algún tipo de patología que debes tener en cuenta.
Hablemos hoy sobre esos hábitos que dañan la salud de tus talones. Inconvenientes que, a largo plazo, pueden traernos complicaciones más serias, como es el caso de esguinces o el doloroso talón calcáneo. ¡No te pierdas esta información, la salud de tus pies siempre es importante!
Y tú, ¿cómo desgastas tus zapatos?
Fíjate un momento en la imagen superior. En la parte superior izquierda podemos ver un pie en una posición saludable, que asienta su talón de un modo óptimo en el suelo. Ahora, si prestas atención a la parte derecha, verás un talón ligeramente inclinado que provoca que el zapato quede desgastado justo en la parte interna. Muestra que hay un problema en nuestra forma de andar, un tipo de pisada que, a largo plazo, puede suponer algún problema.
Normalmente a la hora de andar o correr las personas solemos diferenciarnos en tres modos según nuestra forma de apoyar el pie:
- Supinador. En este caso, la persona suele apoyar el pie en la zona exterior, y esa parte es la que recibe el impacto al tocar el suelo.
- Pronador. El pronador ejecuta su pisada de forma inversa, es decir, suelen pisar con la parte interna del pie, donde se concentra todo el peso del cuerpo.
- Neutro o normal. Aquí, la persona deja todo su peso en el centro y de forma plana, sin inclinarse a un lado u otro.
Seguro que ahora te preguntarás: ¿y cuál de estas pisadas es la más saludable? En realidad todas son correctas, el problema llega cuando hay una “pronación excesiva”, es decir, cuando vemos que nuestros zapatos muestran un desgaste muy exagerado en la parte interna del pie. Es entonces cuando notas que te cansas más de lo habitual al andar, que te duelen los tobillos y, al apoyar el pie en el suelo, notas algo parecido a una aguja clavándose en tu talón.
Debemos estar pendientes de estos síntomas y de ese desgaste en nuestros zapatos y zapatillas. En el momento en que percibas que el desgaste es muy exagerado en esa parte interna, habla con un especialista.
Cómo cuidar de tu talón para evitar una pronación excesiva
En primer lugar, hemos de conocer qué ocasiona el que, de pronto, veamos que nuestras zapatillas empiezan a mostrar esa pronación excesiva. En ese momento empezaremos a sentir ya las primeras molestias en los pies y dolor en alguno de los talones:
- Habitualmente, los problemas de talón son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Está asociado a un desgaste de los huesos y las articulaciones. De ahí que sea, por ejemplo, a partir de los 45 o 50 años cuando empezamos a sentir posibles molestias.
- Ten en cuenta también que el talón es uno de los huesos más grandes del pie, y que es él quien debe sostener todo el peso de nuestro cuerpo. ¿Qué significa esto? Que las personas obesas, por ejemplo, van a tener más riesgo de sufrir este tipo de problemas.
- Cuidado también con los problemas de espalda. Una desviación, alguna lesión o cualquier tipo de dolencia va a ocasionar que nuestro eje postural cambie, con lo cual, la forma de andar también cambiará, y con ella, el modo en que apoyamos el talón en el suelo. ¡Hay que tenerlo en cuenta!
Hábitos que cuidarán de la salud de tus pies y talones
- Lo más importante será siempre cuidar de nuestro peso. Intenta mantenerte en forma, evitando que esos kilos de más supongan una carga añadida para nuestros pies. Ten en cuenta, además, que las articulaciones de los pies son muy complejas. Disponemos de muchos huesos cuya estructura muy sensible a nuestros movimientos y nuestro peso. Vale la pena recordarlo.
- Cuidado con el calzado que usas. Ya sabemos que el uso de tacones nunca es saludable para nuestros pies y espalda, pero no por ello vamos a elegir siempre un zapato completamente plano. Tampoco es adecuado. Lo ideal es que tenga un tacón de entre 2 y 4 centímetros. Es importante también que disponga de un buen refuerzo en la zona del talón, con suelas flexibles de caucho, no de piel, puesto que tienen reciben mucho mejor el impacto al llegar al suelo. Nunca dudes en invertir algo más de dinero en un buen zapato.
- El ejercicio siempre es recomendable, pero cuida que no sea demasiado intenso, puesto que también podría ocasionarnos problemas en los pies. La natación, por ejemplo, es muy saludable para nuestros huesos, músculos y articulaciones.
- Mejora tu alimentación aumentando tus dosis de magnesio, silicio y cinc, ideales para fortalecer huesos y músculos.
¿Qué alimentos son ricos en estos minerales?
- Las espinacas.
- La avena.
- Las nueces.
- Las almendras.
- La remolacha.
- El perejil.
- La calabaza.
- La harina de sésamo.
- El pescado azul.
¡No lo olvides e inclúyelos en tus platos!
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