La niña peruana tuvo su primera menstruación a los 2 años y 8 meses. Se sospechó de su padre y de uno de sus hermanos, aunque no se pudo comprobar la verdadera paternidad.
El bebé se llamó Gerardo, nació por cesárea y pesó 5, 9 libras (2,7 kilos).
Lina Medina nació en Perú el 27 de septiembre de 1933, y se convirtió en la madre más joven del mundo al dar a luz a Gerardo cuando solo tenía 5 años de edad. Es la madre de menor edad confirmada en la historia de la medicina.
En aquel momento los supersticiosos vecinos de su pueblo decían que tenía una culebra en el estómago y que había sido víctima de una maldición de Apu, el espíritu de los Andes. Pero su padre, Tiburcio Medina, decidió hacerla ver por los chamanes de la aldea, que creyeron que tenía un tumor y le aconsejaron llevarla a la ciudad más cercana.
En Pisco fue atendida por el doctor Gérardo Lozada, quien descubrió que estaba embarazada. La trasladaron a Lima y tras una cesárea realizada por los doctores Lozada, Colareta y Bussalleu, dio a luz el 14 de mayo de 1939. El niño pesó 5, 95 libras (2,7 kg) y el nombre fue elegido en honor al partero que la asistió.
Lina había comenzado a menstruar a los 2 años y 8 meses de edad y se presume que su hijo fue concebido cuando tenía 5 años, pero no se sabe cómo sucedió. Como principal sospechoso, el padre de la niña estuvo preso durante varios días, pero se lo dejó en libertad ya que no se pudo demostrar su responsabilidad. La sospecha recayó luego en uno de los 8 hermanos de Lina, que tenía un retraso mental.
La joven madre fue considerada como una especie de virgen por los habitantes de su pueblo ya que concibió sin el “pecado original” y los lugareños llegaron a creer que Gerardo era hijo del dios Sol.
Tras el nacimiento del niño la familia fue invitada a participar en la Feria Mundial de Nueva York, por lo cual recibirían $4,000 dólares mensuales de retribución, pero declinaron la oferta. Un empresario estadounidense les prometió $5,000 dólares para que el caso fuera investigado por científicos,
El gobierno peruano no estuvo de acuerdo con la oferta aduciendo que la familia estaba en peligro moral. Por eso crearon una comisión especial para protegerla, pero a los pocos meses abandonaron el caso y Lina nunca recibió un centavo.
En 2002, el ginecólogo peruano José Sandoval se refirió al caso en su libro "Madre a los cinco años", lo que permitió acelerar los trámites para otorgarle una pensión vitalicia. Durante un tiempo el hijo de Lina creció como un hermano más, y a los 10 años llegó a enterarse de que ella era su madre y no su hermana. Gerardo murió a los 40 años a causa de una enfermedad en la médula ósea.
A los 33 años Lina Medina se casó con Ricardo Jurado, emigró a México y a los 38 tuvo otro hijo. Actualmente tiene 81 años y vive en un pueblo cerca de Lima, en Perú.
En 1939 su caso fue presentado a la Academia Francesa de Ciencias por Edmundo Escomel, uno de los más importantes investigadores peruanos, quien acompañó una foto de la niña embarazada. En un análisis de los tejidos de sus ovarios obtenidos durante la cesárea, se observó que eran como los de una mujer adulta. La madurez prematura se atribuyó a un desorden de la glándula pituitaria.
Un informe de United Press publicado en Los Ángeles Times de mayo de 1939 verificó la asombrosa historia de la niña peruana. También lo hizo el New York Times, quien reportó que en un viaje a Lima, el doctor S. L Christian, cirujano general del Servicio Público de Salud de EE.UU. examinó a Lina Medina, confirmó el diagnóstico y dijo que era lo más asombroso que había visto en toda su carrera.
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